Descripción
La cebada orgánica 100% escocesa, la destilación lenta lenta y el roble americano premium han producido el whisky más cremoso que jamás hayamos probado. En la época victoriana, cuando se construyó la destilería Bruichladdich, toda la cebada escocesa se cultivaba orgánicamente. La relación entre el destilador, el agricultor y el suelo fue íntima y duradera. Estos lazos se perdieron cuando la agricultura industrializada atravesó sinergias antiguas y nació una era de insipidez súper eficiente.